
Si no sabes por dónde empezar… ¡Empieza por aquí!
¿Y si te dijera que no tener el volumen de ventas que quieres no es el problema, sino el síntoma de algo más profundo?
Te pongo un ejemplo sencillo, la pirámide de Maslow es una teoría acerca de la motivación personas, en ella las necesidades de las personas se estructuran en 5 niveles.
Esto quiere decir que si tus necesidades básicas no están satisfechas, es complicado ascender en la jerarquía.
Piénsalo, si tienes que resolver un problema complicado y tienes hambre o estás muy cansada… probablemente te costará más encontrar la solución, ¿verdad?
En los negocios pasa algo similar.


Te los explicamos uno a uno para que veas la relación:
- Base – Mentalidad. Las mujeres somos muy buenas gestionando, pero tenemos bloqueos que nos hacen pensar que no vamos a saber vender, que no somos suficientemente buenas, que nuestros clientes no van a dar valor a lo que hacemos y un largo etcétera de creencias que nos impiden ver nuestro negocio con objetividad.
- 2º escalón – Estilo de vida. Cierra los ojos, imagina tu vida ideal… ¿Se parece en algo a la que tienes ahora? Si la respuesta es Sí, probablemente tu negocio esté en la parte alta de la pirámide, pero si la respuesta es No, esto te interesa. Nos han enseñado que hay que conceptualizar las empresas desde una única visión, la de trabajar mucho y con mucho esfuerzo para conseguir que la misma se mantenga… Vamos el “vivir para trabajar” de toda la vida. Esto provoca frustración, hastío, cansancio… y mil sentimientos más que no ayudan a tu crecimiento. Por eso, antes de continuar… reflexiona… ¿Qué tipo de vida te gustaría tener?, revisa el contenido que consumes, las cosas que guardas, ¿te gustaría hacer más deporte, viajar, ir a sitios nuevos, disfrutar más de los tuyos…?, entonces necesitas un modelo de negocio que, no solo “pague la fiesta”, sino que te dé la libertad que necesitas para llevar esa vida.
- 3er escalón – Modelo de negocio: Hasta hace unos años solo existían un par de modelos de negocio, la venta de productos y servicios en canales tradicionales, esto evolucionó con la ampliación de canales online y esto desencadenó que surgieran nuevos modelos que suponen nuevas oportunidades, te pongo algunos ejemplos, alineados con tener más tiempo, más coherencia con tus valores, generación de un impacto mayor… es decir, ya no vivimos para trabajar, sino que trabajamos para vivir y tomamos decisiones conscientes de cómo queremos que sean ambas cosas, nuestro estilo de vida y nuestra forma de trabajar.
- 1. Suscripción con propósito: Los modelos de suscripción evolucionan hacia experiencias personalizadas y con impacto: sostenibilidad, autocuidado, comunidad… Si puedes vincular tu propuesta de valor a un propósito claro y constante, ¡tienes mucho terreno ganado! Ejemplo: Una emprendedora que vende cosmética natural puede ofrecer una suscripción mensual con productos según la estación, información sobre autocuidado consciente y acceso a eventos online.
- Negocios nómadas y deslocalizados: Las estructuras tradicionales están perdiendo peso frente a modelos ligeros y deslocalizados: equipos distribuidos, productos digitales, consultorías online, membresías… Ideal para mujeres que quieren más flexibilidad sin renunciar a escalar. Ejemplo: Si ofreces servicios, puedes construir una oferta 100% digital y vender a cualquier parte del mundo sin grandes costes fijos.
- Plataformas de comunidad: Cada vez más marcas están construyendo ecosistemas donde la comunidad es protagonista. No solo es vender, sino generar una experiencia donde las personas se sienten parte de algo. Ejemplo: Una marca de moda ética puede crear una comunidad donde sus clientas compartan looks, historias, ideas… y sentirse parte de un movimiento.
- Modelos basados en impacto: Las consumidoras (sobre todo las más jóvenes) priorizan marcas que generan impacto social o medioambiental real. Integrar el impacto en el corazón de tu modelo de negocio ya no es diferencial: es esencial. Ejemplo: ¿Vendes productos? Piensa cómo puedes contribuir a una causa (donaciones, materiales reciclados, colaboraciones con ONG…).
- Personalización inteligente: Gracias a los datos (sin pasarse de intrusivas), los modelos de negocio se están adaptando a ofrecer experiencias más personales, desde los contenidos que muestras hasta los productos que recomiendas. Ejemplo: Si tienes una tienda online, puedes usar cuestionarios o encuestas para crear recomendaciones personalizadas.
- Negocios «low code» o sin código: Cada vez hay más herramientas que permiten lanzar productos digitales sin necesidad de programar. Esto abre un mundo a emprendedoras que quieren testear ideas de forma rápida, con pocos recursos. Ejemplo: Crear una app, una web interactiva o una plataforma de cursos… sin necesidad de desarrolladores.
- Multiproducto y multiformato: Ya no se trata solo de vender un producto o servicio. Las emprendedoras están diversificando con ebooks, cursos, asesorías, membresías, kits, retos online, etc. Todo desde una misma propuesta central. Ejemplo: Si das talleres, puedes crear productos digitales complementarios y generar ingresos recurrentes.
- 4º escalón – Sistema de ventas: Tenemos la falsa creencia de que no sabemos vender… eso no es del todo cierto, lo único que desconocemos es como construir el sistema que genera las ventas, cuando tenemos el sistema, las ventas fluyen solas, pero para esto todo lo anterior tiene que estar trabajado.
- El sistema es:
- Definir a quién le vendes, el famoso cliente ideal y sí, es necesario definirlo con todo detalle
- Entender qué quiere esa persona, cuáles son sus problemas y cómo quiere solucionarlos
- Buscar grupos donde se concentren esas personas
- Si son profesionales, estarán en LinkedIn
- Si buscan ocio, estarán en Instagram
- Si tiene un nicho concreto, estarán en grupos de Facebook
- Si buscan inspiración, estarán en Pinterest
- Si quieren saber cómo hacer algo, estarán en YouTube o TikTok
- Si son sectoriales, ferias, congresos, networking….
- Investiga, ¿qué dice la gente en esos canales?, ¿qué quieren?, ¿puedes diferenciarte y ofrecérselo?
- Construye tu mensaje desde su necesidad o expectativas, no desde las características de tu producto o servicio.
- Entabla conversaciones, muchas, tienes que afinar tu mensaje basándote en lo que tus clientes quieren
- Identifica patrones que te ayuden a seleccionar a tu cliente ideal
- Crea contenido específico para cada canal orientado a resolver lo que tu cliente ansía (orgánico y de pago)
- Conecta con tus clientes ideales
- Pregúntales directamente cuáles son sus problemas y cómo quieren resolverlos
- Ofréceles tu solución poniendo énfasis en el resultado que esperan
- 5º escalón – Crecimiento: El cuadrante del flujo del dinero, dice que en el lado izquierdo está entre el 85 y 97% de la población mundial… ojo que no es una cuestión de cuánto dinero tiene cada una en el banco, sino de cómo genera ese dinero, la primera vez qué lo vi me quedé en shock… y fue cuando decidí que no quería cambiar más tiempo por dinero, porque eso a la larga solo me llevaría a seguir en la falacia de seguir viviendo para trabajar.
Cómo ves, cada vez hay más opciones… se trata de encontrar la que se ajuste más a tu situación.
Para entender cuál es el tuyo específico, antes debes tener muy bien definido tu modelo de negocio, así sabrás qué canales presenciales y digitales tienes que utilizar y cómo implementar el sistema de forma específica.
Si tus clientes son empresas, tendrás que ir a ferias del sector y estableces relaciones personales y dar seguimiento con llamadas y correos electrónicos, además de publicar en redes profesionales contenido que apoye tu solución. Sin embargo, si vendes un curso, tendrás que construir un funnel automático que empiece en un anuncio en redes o en buscadores, que los lleve a una muestra de tu solución (lead magnet) y desde allí a la venta del curso que, dependiendo del precio, necesitarás apoyarte en una cadena de correos electrónicos, pero esto solo lo entenderás si tienes muy claro cómo funciona tu propio modelo.
Otra de las creencias que tenemos es que un negocio cuando paga un sueldo y cubre sus gastos ya es suficiente. Otra trampa, ese momento tiene un nombre y es el de la carrera de la rata, ese punto en el que estás tan cansada que no tienes tiempo para pensar, que te pasas la vida trabajando y que aquello que tanto te motivaba ya no lo hace, en ese momento solo queda una opción: Crecer

Como ves, las ventas son solo el síntoma de que algo no está bien, pero no en el sistema, sino en qué el negocio está construido de forma intuitiva.
Lo sé… ¿Y ahora qué?, ahora toca parar y pensar, ojo, pero no entrar en parálisis por análisis, que es la gran consecuencia del exceso de información que tenemos en la actualidad, sino en pensar rápido y estratégicamente.
Para eso lo importante es saber en qué punto estás.
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- Si estás al principio, conceptualizando lo que quieres hacer, perfilando qué puedes vender y cómo hacerlo, estás en la fase inicial, antes de continuar, revisa qué estilo de vida quieres y si el modelo de negocio que estás planteando tiene coherencia con tu forma de vivir
- Si ya tienes ventas, pero no son predecibles, estás en fase de consolidación, intenta abstraerte del sentimiento de que debes venderle a todo el mundo porque te angustia no estar pagando las facturas. Coge un único producto o servicio, el que sea más fácil de comercializar y define:
- Quién de tus clientes compra sin rechistar, ese es tu cliente ideal
- Por qué te busca una y otra vez (o te recomienda), esa es tu diferenciación
- Cómo le encontraste y le vendiste, ese es tu canal principal, repite lo que hiciste de forma constante.
Cuando estés monetizando de forma predecible, revisa tu modelo de negocio y ajústalo, cuando lo tengas claro, sistematiza
Si ya vendes regularmente, pero tienes esa sensación de no avanzar, toca crecer. Tendrás que buscar un día completo, sentarte y pensar:-
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- Qué cosas estás haciendo que están funcionando, ¿se pueden mejorar, automatizar o delegar?
- Qué cosas no están funcionando, ¿son necesarias?, si son necesarias, ¿se pueden mejorar, automatizar o delegar?, si no son necesarias, elimínalas
- De los productos o servicios que vendes, ¿existen nuevos formatos, canales o formas que te ayudarían a vender más sin invertir más trabajo?
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Lo importante es que no pases a pensar en la fase siguiente si no has consolidado la anterior, si lo haces no funcionará.
Quizás ahora te sientas muy abrumada, lo sé porque nosotras nos hemos sentido así, por eso diseñamos un test sencillo para ayudarnos a ver en qué etapa estaban nuestras clientes y tú puedes hacerlo y saber así por dónde empezar.
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