De los cobardes no se ha escrito nada… ¿Refrán o sentencia?
Hay cosas que no hacemos, por miedo, por vergüenza, por pudor, por impaciencia, por, por, por… los «por» son los enemigos principales de nuestro negocio
Así que hoy te vamos a sacar de tu zona de confort, en pro (que no por) de tu negocio.
Coge papel y boli (te recomendamos que si vas a seguir leyendo nuestros consejos sea una libreta y así lo tienes todo junto) y escribe varias columnas: Nombre de cliente | Rentabilidad económica | Tiempo que le dedicas | Rentabilidad emocional | Satisfacción del cliente | Puntuación global
Si tienes muchos, (esperamos que sea así), céntrate en los 10 que más compran.
“Rankealos”, asígnales una puntuación para cada uno de los apartados
Rentabilidad económica: Es un cliente que paga bien y a tiempo, no cuestiona el precio, compra de forma recurrente y/o recomienda activamente tu negocio
Tiempo que le dedicas: Es un cliente que tiene claro el proceso y lo respeta, valora su tiempo y el tuyo, entiende los plazos y los cumple y valora que tú también lo hagas
Rentabilidad emocional: Es un cliente que nos hace sentir bien, que hace que tu trabajo tenga sentido y que no se enreda en discutir matices ni en cuestionar tus decisiones
Satisfacción del cliente: Es un cliente que está satisfecho con lo que haces y te lo hace saber, que aprecia el valor percibido y te ayuda a mejorar con su feedback
Puntuación global, qué nivel de satisfacción general para ti tiene.
Una vez que tengas tu top 5 o 10, ¡llámalos!
Siéntate con ellos y escúchalos, ¿cuáles son sus problemas?, ¿qué esperan de tu producto o servicio?, ¿qué necesitan para que su experiencia sea mejor?, ¿qué hacen si tu producto o servicio no satisface totalmente su necesidad?
¿No tienes tiempo?, nuestra recomendación es que lo saques, no será más de ½ por cada uno y a ti te dará una información muy valiosa.
Si no puedes, envíales un mail ¡Personalizado!, nada de copiar/pegar, interésate por ellos y luego pídeles que respondan a esas preguntas
Una vez que tengas todas las respuestas, analiza todo lo que te han dicho y clasifica
Qué debería tener si o sí tu producto o servicio, es decir, de lo que tus clientes quieren, cuál es esa cualidad que todos están buscando y que es la que les ayuda a tomar la decisión de compra cuando tienen dudas
Qué tendría que tener a futuro, qué mejoras esperan o podrían hacer que su experiencia fuese todavía mejor de lo que es
Qué podría tener, qué valoran positivamente, pero que no es imprescindible para que sigan consumiendo.
Con las conclusiones, haz una versión mejorada de tu producto servicio y a partir de ahora, toma por costumbre, tener reuniones con tus clientes top, mínimo una vez al año, en la que repitas este proceso.
Si centras todos tus recursos en satisfacer las necesidades de tus mejores clientes, sucederán 2 cosas inmediatamente, la primera es que esos clientes serán más proactivos en sus recomendaciones y atraerán a clientes similares. La segunda, tus productos y servicios siempre estarán encaminados a la excelencia, porque estarán en un proceso de mejora continua.
Así que vence la pereza, la vergüenza, lo que sea que te frene y haz este ejercicio hoy, créeme nadie se niega a un café y menos si es para darle exactamente lo que quiere.